Entre los grupos maderista y calderonista se avecina una lucha de lodo por quedarse con lo que queda del PAN.
El PAN no se habrá reecuperado de la estrepitosa caída de sus candidatos en estas elecciones cuando tenga frente a sí otra guerra interna que amenaza con deunirlos aún más.
La ciudadanía se ha dado cuenta de la corrupción de los abanderados panistas y de la manera hipócrita en la que tratan de buscar el voto ciudadano.
Los casos de Javier Gándara y su complicidad con Guillermo Padrés en Sonora, Jorge Luis Preciado y el imperio de terrenos de los que se ha apropiado en Colima, Carlos Mendoza Davis en Baja California Sur y Francisco Domínguez en Querétaro quienes han recibido dinero del narco para sus campañas son solo ejemplos de panistas en los que la ciudadanía no cree.
Estos casos sólo abonarán a que su proceso interno sea una lucha intestina de lodo por lo que queda del PAN: por un lado el impresentable Gustavo Madero, quien ha dominado al PAN y lo ha usado para su beneficio personal como el caso de sus hijos a quienes ha pagado viajes alrededor del mundo quien postulará a su pupilo y operador de moches, Ricardo Anaya.
Por otro lado, Margarita Zavala apoyada por todos lo que odian a Madero, representa la opción de regreso de Calderón y sus corruptos amigos como Javier Lozano y Ernesto Cordero.
Así que entre ellos estará quienes se apropian de lo que quede del PAN después de las elecciones de junio. Más guerra sucia entre ellos.
Fuente: Milenio