Existen dos formas de estimular la próstata: la primera, que es la indirecta, puede producir un orgasmo más placentero y se logra masajeando y presionando suavemente con el dedo índice el perineo (área que se encuentra entre los testículos y el ano), con lo que estarás estimulando el punto G del hombre desde afuera.
La segunda forma, la directa, es mucho más placentera para el hombre, de acuerdo con sanatusexo.com, pero es mucho más difícil que ellos acepten que la estimulen debido a que se encuentra en el interior del ano.
1. Para intentar esta técnica, el hombre deberá de estar muy relajado y hacer a un lado todos los prejuicios homofóbicos, ya que es perfectamente normal que sienta placer en esta zona porque de ahí nace el pene. Sin embargo, si desean intentarlo, ella debe introducir un dedo (bien lubricado o protegido con un condón) en el ano de su pareja.
2. Se debe iniciar comenzar el masaje en el perineo y los bordes del ano para relajarlo y excitarlo. Una vez que lo logres, la penetración en sí debe ser muy suave, presionando poco a poco para que él se acostumbre a esta nueva sensación.
3. Cuando ya hayan llegado ahí, habrán descubierto el punto G del hombre (que se encuentra a 5 centímetros de la entrada del ano, rodeada de tejidos fibrosos y músculos suaves), que lo harán experimentar pequeños espasmos, por lo que ella deberá detener la penetración hasta que se reduzcan los mismos.
4. Al encontrar el punto G, masajea la zona de manera suave, pero no olvides preguntarle lo que está sintiendo, ya que esto te ayudará a saber si vas o no por buen camino. Con este masaje, muchos hombres pueden experimentar un orgasmo, aunque algunos quizá necesiten más estimulación en el pene.