“La mayor tragedia que hemos visto en años recientes en cuanto a incendios forestales”, así describió este suceso António Costa, primer ministro de Portugal al hablar del fuego que acabó con 62 vidas.
Muchos murieron en sus coches tratando de escapar de las llamas, y advierten que el número de fallecimientos podría aumentar en próximas horas.
Se declararon tres días de luto nacional.
Cientos de bomberos y 160 vehículos salieron el sábado por la noche para combatir el fuego, que nació en el municipio de Pedrógão Grande y rápido de esparció.
España los apoyó con aviones despachadores de agua el domingo por la mañana para ayudar a los bomberos portugueses, mientras que Francia los ayudó con tres aviones.
Decenas de personas que lograron escapar de sus casas, tomaron refugio en hogares del municipio vecino.