Estados Unidos acusó ayer martes a Irán de intentar asesinar al embajador saudita en Washington, mediante un complot descubierto gracias a que un agente estadounidense en México se hizo pasar por narcotraficante interesado en perpetrar el ataque y contactó a los iraníes encargados del operativo.
El complot fue “concebido, financiado y dirigido desde Irán”, declaró el fiscal general (ministro de Justicia), Eric Holder, en rueda de prensa.
El presidente Barack Obama llamó al embajador saudita, Adel Al-Jubeir, para expresarle su solidaridad, informó la Casa Blanca.
La secretaria de Estado Hillary Clinton señaló por su parte que Washington consultará con sus aliados sobre mecanismos para “aislar más” a Irán.
Esta mañana, el gobierno iraní rechazó que forme parte de cualquier plan terrorista y dijo que involucrarlo en ese tipo de acciones sólo busca “sembrar discordia en la región” del Golfo Pérsico.
El embajador del país islámico ante Naciones Unidas, Mohammad Khazaei, presentó una carta en ese sentido al secretario general del organismo internacional, Ban Ki-moon, informó un despacho de la agencia IRNA.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hassan Qashqavi y el vocero del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Ramin Mehmanparast, se sumaron al rechazo a las acusaciones hechas la víspera por la justicia estadounidense.
El acusado
Mansor Arbabsiar, un iraní de 56 años naturalizado estadounidense, fue detenido el 29 de septiembre pasado a su regreso de México, tras haber mantenido varias entrevistas con un falso narcotraficante, agente encubierto de Estados Unidos, informó Holder.
Otro iraní, Gholam Shakuri, miembro del grupo de élite militar Al Qods, con base en Irán, permanece en fuga, explicó.
México, por su parte, sostuvo que el descubrimiento de este complot neutralizó un “riesgo” para su seguridad nacional, en un comunicado de su embajada en Washington.
El operativo que según Estados Unidos permitió poner al descubierto el complot, fue bautizado Coalición Roja y arrancó en mayo cuando Arbabsiar se contactó con el agente encubierto de la DEA.
Arbabsiar quería que el supuesto narcotraficante, que decía formar parte de un cártel mexicano, se encargara del ataque, a cambio de 1.5 millones de dólares. El iraní le entregó un avance de 100,000 dólares, a través de una cuenta bancaria en Estados Unidos, para que empezara los preparativos.
Al viajar a México en otra ocasión para garantizar el pago de parte de los 1.5 millones de dólares, el 28 de septiembre, a Arbabsiar no lo dejaron entrar y fue arrestado al día siguiente al regresar a Nueva York.
Fuente: Agencias
Foto: territoriodigital