Laos se ha convertido en un punto clave para el comercio mundial de vida salvaje ilegal y últimamente la especie más amenazada es el panda rojo.
El mes pasado en este país fueron encontrados seis osos, procedentes de China, de los cuales tres murieron después del viaje y los otros tres fueron enviados a un santuario de la organización Free the Bears en la ciudad de Luang Prabang.
Los pandas rojos se han vuelto un blanco perfecto para la venta ilegal de vida silvestre exótica, esto por su tierno aspecto y su pelaje, pero se consideran una especie en peligro y altamente propensos a contraer infecciones.
Según una evaluación de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, el interés en los pandas rojos como mascotas pudo haber crecido como respuesta a la gran cantidad de imágenes “lindas” de este animal en redes sociales.