Los miembros del centro de monitoreo detectaron que al menos 15 de las tortugas fallecieron por redes o mallas de pesca, pero de los otros 90 ejemplares aún desconocen sus causas.
Aún se desconoce la causa por la que más de 100 tortugas han muerto en las últimas semanas a lo largo de 20 kilómetros del litoral chiapaneco.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) han tomado medidas y trabajan en la investigación. Iniciaron un monitoreo para indagar la muerte de tortugas de las especies golfina, alud, prieta y carey, estas últimas en peligro de extinción.
Por ahora señalan que una posible causa de muerte, podría ser que las tortugas hayan sido afectadas por alguna bacteria.
El delegado estatal de la SEMARNAT, Antonio Lorenzo Guzmán, arribó al poblado de Paredón, para inspeccionar la zona y charlar con los pobladores. En su recorrido detectó a cazadores furtivos que llevaban una tortuga. Intercedió para que la dejaran libre. Alegaban que la tortuga les había roto una malla de pescar y que sería sacrificada.
Afortunadamente cedieron, fue llevada al campamento Tortuguero y estuvo en rehabilitación hasta ayer que fue liberada en la playa.
Las autoridades ambientales han pedido ya el apoyo de las Universidades para que apoyen en las investigaciones.
Algunos de los ejemplares de tortugas que han sido encontradas en las playas del litoral chiapaneco miden más de un metro, y tendrían entre 80 y 100 años de vida.