Un adolescente de 15 años de edad asesinó a tiros a sus padres, “para que ya no sufrieran” por sus enfermedades, según confesó, por lo que fue arrestado por las autoridades policiales en Ciudad Juárez.
Ángel, de 15 años de edad, fue arrestado por su presunta responsabilidad en el delito de parricidio, al asesinar a sus padres Ángel, de 48 años, y María Esther, de 38 años, cuyos cadáveres fueron localizados en su vivienda de la calle Gerardo Medina No. 928 y Efraín González Luna, de la colonia Manuel Gómez Morín.
El hallazgo de los cadáveres se dio luego de que vecinos y conocidos de las víctimas los esperaban el pasado sábado en la iglesia de la comunidad, donde nunca faltaban a las actividades de la congregación católica.
Ángel y su hermano Jesús, de 11 años de edad, acudieron solos a la iglesia, pero el asesino ocultó el crimen comentando que había marcado por teléfono durante todo el día a sus padres, pero que éstos no le habían contestado.
Los vecinos fueron a su casa, se les hizo extraño observar la camioneta del matrimonio estacionada en la cochera, y tocaron la puerta, pero nadie les contestó. Al asomarse por la ventana de la recámara observaron el cuerpo del señor Ángel sobre la cama con manchas de sangre en la cabeza y pecho, por lo que dieron aviso a las autoridades.
En su primera declaración, el menor Ángel comentó que vio por última vez a su padre la noche del viernes y se le hizo entraño que le diera quinientos pesos para que se los gastara con su hermano menor y que, al levantarse el sábado 22 de octubre de 2011, observó que sus padres no se levantaban para ir al congreso de matrimonios y para no hacer ruido levantó a su hermano y lo sacó por la puerta de atrás, con el fin de dejar dormir a sus papás.
Al entrevistar al menor Jesús, comentó que él estaba dormido en la recámara y su hermano lo despertó, para llevarlo al congreso de matrimonios, en eso timbró el teléfono y era el vecino, que preguntó por sus papás, y su hermano le comentó que todavía no se despertaban, pero que más tarde los alcanzarían en la iglesia.
Después de varias entrevistas realizadas al menor Ángel, finalmente confesó que el día sábado 22 de octubre de 2011 llegó a su hogar a las 02:00 horas, ya que andaba con unos amigos tomando en un bar, se acostó un rato y se levantó como a las 05:00 horas, y pensó que sus padres estaban sufriendo mucho, ya que su papá estaba enfermo de poliomielitis y caminaba con un bastón, tenía cinco meses que no podía conseguir trabajo debido a su edad y estado de salud y para mantenerlos se dedicaba a vender hamburguesas por las noches afuera de su casa.
Su mamá también estaba enferma, ya que tenía desviada la columna y para soportar el dolor tenía que tomar medicamentos fuertes, y corría riesgos de quedar paralítica.
Por esa razón fue por un arma de fuego que su papá había adquirido para su seguridad, la cual estaba en un cajón del escritorio que tenía en su recámara, pero como estaban dormidos no se dieron cuenta que había ingresado.
Narró que primeramente cargó el arma y la accionó en contra de su papá, lesionándolo en la cabeza, y después corrió a su cuarto y escuchó cuando su mamá le decía a su papá “Ángel despierta”; después se regresó a la recámara de sus padres y su mamá le reclamó lo que había hecho, y como traía el arma también le disparó a su madre; después levantó a su hermano menor y para que no se diera cuenta de lo sucedido lo sacó por la puerta de atrás y fueron a hacer sus actividades normales.
Posteriormente, Ángel llevó a los agentes al lugar en donde había escondido el arma de fuego y los cartuchos percutidos, siendo una pistola tipo escuadra del calibre .22, marca Smith&Wesson con su respectivo cargador, la cual quedó asegurada.
Fuente: Excélsior