Wenzel Wirth un niño de seis años, se puso a jugar alrededor de los sacerdotes ¡en plena audiencia! Esto ocurrió en el Vaticano, Cuando la madre del pequeño se percató de esta situación intentó llevárselo, pero como esto no se logró, el pontífice pidió a la madre que dejara a su hijo quedarse y pidió un beso al pequeño.
“Tiene algo que me hizo pensar es libre. Indisciplinadamente libre, pero es libre…Me hizo pensar ¿Soy yo tan libre ante Dios?”, expresó Francisco al terminar la lectura.
Según los reportes de agencias la mujer explicó que su hijo sufre de autismo.