Escuchamos música en el auto, a veces en la oficina, en el antro, y algunos más antes de dormir. La música estimula los recuerdos, nos hace compartir emociones (cuando pegas de gritos en la fiesta con tus amigos), algunas ocasiones nos pone melancólicos y hasta nos hace llorar.
Las emociones que nos provoca escuchar música trabajan a través de complejos y sorprendentes mecanismos neuronales. Escuchamos música desde la cuna o, incluso, en el período de gestación.
La música está considerada entre los elementos que causan más placer en la vida. Libera dopamina en el cerebro como también lo hacen la comida, el sexo y las drogas.
Sin importar el género musical, escuchar música activa nuestro cerebro y nuestro cuerpo, nos pone más perceptivos o nos hace recordar.
Reduce el dolor crónico hasta en un 21%. Escuchar media hora de música suave aunque sea dos veces por semana, reducir significativamente los niveles de estrés y ansiedad.
Escuchar música suave también ayuda a reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Por tanto, reduzca el riesgo de sufrir problemas de salud.
¿Qué le hace la música a nuestro cerebro?
Al estudiar la respuesta del cerebro a la música, las áreas claves que se ven involucradas son las del control y la ejecución de movimientos.
Científicos han demostrado que la música nos ayuda a movernos, no tan solo físicamente, también el cerebro se activa y genera diferentes emociones.
Quedó demostrado cómo la música adecuada ayuda a calmar las células y los tejidos que forman los pulmones.
Algunos científicos sugieren que la influencia de la música sobre nosotros puede haber surgido de un hecho fortuito, por la capacidad de esta para secuestrar sistemas cerebrales construidos para otros fines, tales como el lenguaje, la emoción y el movimiento.
¿Cuál es tu música favorita? ¿Qué te provoca?