Las células cancerígenas del riñón de ratones paralizan o inhiben el cáncer en los humanos, así lo publicó la edición digital de Cancer Research.
Utilizando los mecanismos biológicos normales y evitando la toxicidad contenida en la quimioterapia tradicional, la nueva terapia promete una nueva opción para el tratamiento contra el cáncer, afirmó el director del Instituto Rogosin en Nueva York, Barry Smith.
El estudio señaló que al insertar las células cancerígenas de ratones en cápsulas de agarosa (elemento natural extraído de las algas) e implantarlas en el abdomen de pacientes con cáncer se consigue paralizar el crecimiento de tumores.
Más de 30 pacientes con cáncer en fases avanzadas –y con resistencia al tratamiento– garantizan del método, esto en una primera etapa del estudio. La segunda, para pacientes con cáncer de colon, páncreas y próstata, aún está en proceso.
40 perros y gatos con cánceres espontáneos de próstata, hígado o mama recibieron las pruebas y los resultados incluyen la ralentización de la expansión del tumor, necrosis y eliminación de tumores; así como la restauración del período de vida normal en animales.
El Instituto Rogosin demuestra que las células cancerígenas implantadas están aisladas del sistema inmune del paciente, pero mantienen su funcionalidad. Por lo que, de acuerdo con Stuart Subotnik, consejero de Metromedia Bio-Science, esta nueva tecnología “altera los procesos de la enfermedad y utiliza los propios mecanismos de defensa natural del cuerpo”.