La gran deuda de la petrolera amenaza con arrastrar con ella las finanzas del país. Después de que Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia a Pemex el mes pasado, los bonos dieron un giro para peor en medio de las expectativas de una rebaja de la nota del país.
Datos publicados por Bloomberg muestran que las primas por la deuda del Gobierno de México son ahora más altas que las pagadas por los mercados emergentes dos niveles por debajo del ‘BBB+’ de México.
Cerca del 70 por ciento de los encuestados en un sondeo de clientes por parte de Bank of America dijo que esperan que México pierda su grado de inversión en los “próximos años”.
La deuda
Pemex registra una deuda de 107 mil millones de dólares, además de la caída de la producción.
“El problema es que para ofrecer la escala de apoyo que se necesitaría para darle a Pemex más margen para invertir y mejorar su negocio, esto podría requerir ceder importantes cantidades de ingresos del Gobierno”, dijo Charles Sevilla, director sénior de Fitch.
El presidente López Obrador anunció un plan de exención de impuestos de 3 mil 500 millones de dólares para la empresa durante los próximos seis años.
Sin embargo, la medida no sería suficiente, además, despertó la preocupación de que el Gobierno no ha comprendido el alcance de los problemas de Pemex.