Layane Dias celebró, en julio del 2018, haber conseguido unas prácticas en una pasantía, planeaba realizar un viaje con su familia. Ella vive en Brasil.
Poco antes de empezar las prácticas empezó a sentir dolores muy fuertes en la espalda. De repente perdió la fuerza en las piernas, no pudo caminar. En semanas dejó de sentir el resto del cuerpo.
“No conseguía sentir nada de los senos para abajo“, le contó a BBC Brasil.
El neurocirujano que la atendió le explicó que una bacteria llamada Staphylococcus aureus, que consigue transmitir enfermedades a través de la sangre, había entrado en su organismo a través de una infección.
“El médico me preguntó si había tenido alguna herida en la nariz o algo similar porque, tal como me explicó, esa bacteria suele generarse en las fosas nasales. Fue entonces cuando le conté que me había hecho un piercing en la nariz el mes anterior”, relató Layane en enero pasado, con el fin de dar a conocer su historia y evitar que otra persona sufra lo que ella está padeciendo.
El piercing la dejó parapléjica
El doctor le explicó a Layane cómo el piercing fue la puerta de entrada de la bacteria a su cuerpo.
No era el primero en ponerse, tres ocasiones anteriores ya había puesto en el otro lado de la nariz.
En junio decidió hacerlo en el lado izquierdo. Por primera vez le salió sangre durante la perforación. Se le hinchó y puso roja la punta de la nariz, pero no le dio mayor importancia.
El caso de Layane fue atípico. Generalmente las complicaciones derivadas por ponerse un piercing suelen manifestarse solo en el área donde se coloca el pendiente, señaló la dermatóloga Alessandra Romiti.
Pasadas una semanas ella amaneció con fuerte dolo de espalda, “no le di importancia, creí que era algo muscular. Tomé un remedio, pero el dolor seguía ahí, intenso”.
Semanas después tras despertarse de una siesta, ya no podía sentir las piernas. La llevaron al hospital.
“El médico pidió exámenes de sangre y orina. Los resultados mostraron que tenía una infección de sangre“, cuenta la joven.
Una resonancia magnética mostró que tenía 500 mililitros de pus entre tres vértebras que presionaban su médula espinal. La operaron de urgencia para retirarle el líquido.
Oswaldo Ribeiro Marquez, el médico tratante, asegura no haber visto algo así en sus 15 años de experiencia clínica.
“La paciente se realizó un procedimiento cutáneo que generó una infección que dio entrada a la bacteria en el torrente sanguíneo. Y no se había aquejado antes de un dolor en la espalda, así que lo más probable es que el problema lo haya causado la bacteria hallada en su sangre”, explica el neurólogo.
Por ahora, la joven debe trasladarse en silla de ruedas y está sometida a un estricto proceso con kinesiólogo.
Layane descarta demandar al lugar donde se colocó el último piercing, aunque hace un llamado a los demás a cuidarse cuando deciden colocarse este tipo de aparatos en el cuerpo.