La profesora daba clases particulares de inglés al adolescente a finales de 2017 y un año después tuvo un hijo. Un examen de ADN demostró que el padre es es el menor.
La familia observó que el adolescente estaba intranquilo y nervioso; hasta que confesó que había mantenido relaciones sexuales con la profesora y que ella le había informado de que el hijo que acababa de tener era suyo.
La Fiscalía de la ciudad italiana de Prato inició una investigación contra la profesora de 35 años, por el posible delito de “actos sexuales con menores”, que puede acarrear penas de entre tres y seis años de prisión.
La maestra se presentó ante las autoridades a testificar acompañada por su actual pareja, quien reconoció al bebé como su hijo.
Por ahora, con el material que recuperen de los respectivos teléfonos móviles, tratarán de reconstruir los hechos.