Una serie de siete explosiones en al menos cuatro hoteles de lujo y tres iglesias, en donde los católicos celebraban el Domingo de Resurrección, dejó devastado al país.
Sri Lanka ha sido víctima del terrorismo, hasta el momento se reportan 207 muertos, entre ellos 27 extranjeros, y más de 500 heridos.
La sucesión de explosiones comenzó a las 8:45 de la mañana con el atentado contra la iglesia católica de San Sebastián de la ciudad de Negombo, y prosiguió con ataques contra otros dos templos cristianos, y tres hoteles de lujo de la capital: el Shangri-La, el Cinnamon Grand y el Kingbury.
Las Iglesias atacadas: Una en Colombo (la capital), otra en Katana (oeste del país) y la tercera en Batticaloa (este), los tres de cinco estrellas.
Hoteles atacados: tres establecimientos de lujo en Colombo.
Una séptima explosión en un hotel cerca del zoo y una octava en un suburbio al norte de Colombo.
En redes sociales se publicaron imágenes que muestran techos y fachadas destrozadas, y sangre en bancos cercanos al altar en una de las iglesias atacadas.
Ningún grupo terrorista ha reivindicado el ataque, sin embargo, las autoridades han detenido a siete personas en Colombo.
Autoridades de Sri Lanka señalaron que estos ataques son los más sangrientos desde que terminó la guerra civil, un conflicto étnico-religioso que enfrentó a la mayoría budista y a la minoría hindú tamil durante más de dos décadas.
Las autoridades han decretado un toque de queda inmediato y por tiempo indeterminado, así como el cierre de redes sociales como Facebook y WhatsApp, según ha informado el ministerio de Defensa.
El Papa Francisco manifestó su pesar en la misa de Resurrección de este día: