Fue una bala de calibre 9 milímetros la que mató a la estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, no era para ella. El objeto de la agresión era Víctor “N”, quien presuntamente no había pagado un paquete con marihuana.
Aideé recibió el tiro, ni cuenta se dio, calló al suelo mientras el maestro y sus compañeros especulaban que estaba pasando.
Agentes de la Policía de Investigación (PDI), se alertaron contra Víctor “N” porque estaba “renuente” al momento de las entrevistas y su declaración no coincidía con la de los diez alumnos que testificaron.
Norcomenudistas se equivocaron
Los alumnos y compañeros de Aideé señalaron a las autoridades que en las inmediaciones del salón merodeaban cuatro jóvenes, presuntos vendedores de drogas; “dieron dos vueltas de manera sospechosa”.
En tanto el profesor dijo que no había nadie cerca del salón de clases. Esos cuatro sospechosos se equivocaron al tirar, hirieron de muerte a la joven estudiante de 18 años.
El maestro de matemáticas se involucró con ellos, hoy está vivo y la deuda sigue pendiente.
Con información de La Silla Rota.