En su casa, en Moche Perú, no tenían electricidad por eso se salía a la calle para aprovechar la luz de un poste.
Su historia llegó a los oídos de el empresario bahrainí Yusuf Ahmed Mubarak, de 31 años, quien decidió viajar al país sudamericano para conocerlo y ayudarlo.
El árabe millonario le pidió a su asesor, Gilberto Rosas Landa (mexicano), que localizara al pequeño.
Rosas Landa contactó al Ministerio de Educación de Perú, pero le respondieron que desconocían el caso.
Luego viajó a Perú para buscar municipio por municipio hasta que encontró al director de la escuela Ramiro Aurelio Ñique Espíritu donde estudia el pequeño Martín Angulo.
Yusaf Ahmed viajó a tierras sudamericanas a conocer a Martín, a quien le ofreció construirle una casa de dos pisos e instalar un negocio para su madre.
Además, está remodelando y ampliando la escuela y se comprometió a implementar una sala de computadoras.