Al salir, los extranjeros se encaminaron a la carretea Villahermosa-Frontera en Tabasco. Tenían entre 10 y 12 días instalados en el lugar.
Los migrantes, de origen hondureño y salvadoreño, acusaron que en el albergue había falta de comida y les establecían tiempo para ir al baño.
José Ramiro López, subsecretario de Asuntos Fronterizos y Migración, informó que el albergue pertenece a la Diócesis de Tabasco y lo presta al Instituto Nacional de Migración para recibir a los migrantes.