Estaba preocupada de que su hijo poseyera el arma dada su edad (21 años), nivel de madurez y falta de experiencia en el manejo de armas de fuego, dijeron los abogados Chris Ayres y R. Jack Ayres.
La madre de Patrick Crusius no proporcionó su nombre ni el de su hijo, y la policía no buscó ninguna información adicional antes de que finalizara la llamada.
El Departamento de Policía de Allen, Texas, recibió la llamada semanas antes del ataque.
La mamá pidió hablar con las autoridades relacionadas con el control de armas, fue transferida a un oficial de seguridad pública que le dijo que a su hijo se le permitió legalmente comprar el arma.
Por ahora no se sabe si el arma reportada por la señora es la misma con la que perpetró el ataque, en donde mató a 22 personas, entre ellas 8 mexicanos.