Parrish Brown, de 24 años, se llevó un gran susto. Él solo quería tomar un bebida refrescante, acudió a una sucursal de la compañía de comida rápida, en Carolina del Sur; y termino bajo los efectos de
una dosis considerable de cannabis.
Brown pidió un té helado con azúcar y limón extra, el cual se llevó a su oficina. Desde el primer trago comentó que sabía diferente. Después de un rato comenzó a sentirse mal. Decidió abrir el vaso y en el fondo encontró tres bolsitas de mariguana.
“Entré en pánico. Estaba en el trabajo y drogado. Por lo que llamé a mi papá. No quería meterme en problemas por esto”, relató.
Según explicó al médico que lo atendió, no reconoció el sabor porque nunca había probado la droga.