Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León dominó a River Plate, generó jugadas de peligro pero no pudo sacar ventaja y empató sin goles en el juego de ida de la final de la Copa Libertadores de América.
Los refuerzos de la escuadra norteña, André-Pierre Gignac y Jürgen Damm nada pudieron hacer para romper la igualada, que da a los argentinos la oportunidad de aprovechar su localía cuando ambos equipos se vean las caras el 5 de agosto en el estadio Monumental de Buenos Aires.
De hecho, Damm dejó ir el gol del triunfo a los 83 de acción al no saber concretar en un mano a mano con el guardameta Marcelo Barovero, por lo que la moneda quedó en el aire.
Pese a que Tigres quedó mejor clasificado en la fase grupos, donde también se midió a River, el reglamento favorece a los argentinos, de ahí que el choque de regreso se disputará en suelo sudamericano.