Las jóvenes que fueron asesinadas en un departamento de la colonia Narvarte, el pasado 31 de julio, estaban a sólo unos días de dejar el lugar.
El propietario del inmueble les había pedido que lo dejaran y ellas buscaban un nuevo espacio dónde vivir.
La mamá de la activista chiapaneca, Nadia Vera, asesinada en los mismos hechos que el fotperiodista Rubén Espinosa, declaró ante el Ministerio Público que poco antes del crimen, la joven acababa de comentarle que les habían pedido desalojar el departamento ante las quejas de los vecinos por las constantes fiestas que realizaban.
Tras reconocer los restos de su hija en las instalaciones del Forense, Mirtha Luz Pérez declaró ante el Ministerio Público de la Fiscalía Central de Homicidios.
La joven Esbeidy, quien vivía con las víctimas del departamento, declaró ante el Ministerio Público que esas reuniones en las que Nadia Vera llevaba personas extrañas a la casa, eran recurrentes.
“Nadia llevaba amistades al departamento con quienes convivía a veces hasta el amanecer, percatándome que consumían alcohol y fumaban mariguana…”, declaró sólo seis horas después del hallazgo de los cadáveres.
Fuente: La Razón