Los rayos ultravioleta en el Distrito Federal alcanzan niveles extremadamente altos, por lo que es necesario proteger la piel.
La radiación UV puede atravesar nubes y exponerse al sol sin protección y por tiempos prolongados aumenta el riesgo de cáncer de piel, acelera el envejecimiento y produce daños oculares. Debido a la altitud la ciudad recibe 20% más radiación.