Mientras el Papa Benedicto XVI brindaba una audiencia pública en El Vaticano, un niño se le acercó, dejando de lado el protocolo y la seguridad existente. El Sumo Pontífice le acarició la cabeza y habló tranquilamente con el pequeño unos pocos minutos.
Todo ocurrió en el Aula Pablo VI, de la sede papal, donde se llevan a cabo los encuentros públicos, cada semana, entre el Papa y sus fieles, en el invierno. El Santo Padre se encontraba leyendo en inglés una síntesis de la catequesis de la audiencia.
Luego de escabullirse de la barrera de seguridad montada alrededor del Papa, el pequeño pudo llegar hasta él, mientras el secretario de Benedicto XVI, George Gaeswaen, daba la orden de dejar al niño hablar con el Pontífice.
Tanto los miembros de la Gendarmería Vaticana y como los integrantes de de la Guardia Suiza que se encontraban en el lugar, se vieron desconcertados ante la actitud sorpresiva del pequeño fiel.