A pesar de que la cantante vivió una de las alegrías más grandes de su vida -dar a luz a su hijo Nicolás, sufrió dos golpes muy fuertes en los últimos meses.
Por un lado, perdió a su padre, Enrique Rubio y por otro, recibió una demanda millonaria por incumplimiento de contrato. Esta situación junto al estrés acumulado, la preocupación y las noches sin dormir por estar pendiente de su bebé, habrían afectado la estabilidad emocional de Paulina.
Para pasar este momento, según se explica en Televisa, Paulina ya visitó una terapeuta para iniciar un tratamiento.
Según una fuente cercana a la cantante “todavía no logra recuperar sus medidas, y lucha contra algunos remordimientos relacionados a su papá”.