Éxito de Beethoven, atribuido a su sordera

La vida de Ludwig van Beethoven es quizás toda una paradoja: uno de los compositores más importantes de la historia de la música tuvo que convivir gran parte de su vida con una irreversible pérdida de su capacidad auditiva.

Sin embargo, esta discapacidad tuvo un gran impacto en el estilo de sus composiciones, tal como lo determina un estudio holandés publicado en la última edición del British Medical Journal.

Los investigadores de la Universidad de Amsterdam agruparon su obra en 4 períodos de tiempo (entre 1778 y 1826) y analizaron varias de sus composiciones y registros, el tipo de notas y la instrumentación, entre otros factores. La conclusión fue que sus partituras evolucionaban a la par con su sordera.

“Al principio, la pérdida de audición empezó con las notas más agudas. A medida que la sordera avanzaba, Beethoven tendía a usar más las bajas y medias. Las frecuencias que oía peor las iba utilizando menos”, explica Edoardo Saccenti, autor principal del estudio.

Se estima que cuando Beethoven tenía 26 años comenzó a afectarle una sordera que, a los 45 años, le privó por completo de la facultad auditiva. Aun así siguió componiendo. Él era consciente de lo que le estaba pasando, tal como se lee en una carta que le envió en 1801 a su amigo y médico Wegeler, en la que confesaba su preocupación por esta situación.

“En 1814 se sirvió de una trompeta para poder oír sus composiciones y en 1817, con el mismo objetivo, hizo construir un piano con cuerdas más tensas”, cuentan los expertos holandeses.

Investigaciones hechas en los años 80 determinaron que la causa más probable de la pérdida auditiva del genio alemán fue una otosclerosis, patología que afecta a los 3 minúsculos huesos del oído medio, en particular al estribo. Una parte del hueso crece de forma anormal, lo que impide que vibre en respuesta al sonido y dificulta la audición.

Fuente: Campus México