El gobierno egipcio prometió aumentar un 15 por ciento los salarios y las jubilaciones con el objeto de frenar la crisis desatada contra el régimen del presidente Mubarak, que lleva 3 décadas en el poder.
De todos modos, el pedido de renuncia del mandatario, que originó las protestas en todo el país, sigue en pie. Esta y otras medidas buscan calmar a los ciudadanos opositores. Incluso se prevé una partida de dinero para quienes sufrieron destrozos en sus comercios o vehículos.
Asimismo, el primer ministro Ahmad Shafiq dijo “El gobierno se preocupa del ciudadano egipcio y quiere mejorar su nivel de vida”. Hizo estas declaraciones luego de la junta del nuevo Consejo de Ministros, conformado tras 10 días de disturbios en todo Egipto.
En un hecho sin precedentes en 50 años, se realzó además una reunión entre los miembros del gobierno y la oposición, entre los que se encontraban representantes de los Hermanos Musulmanes.