Para poner fin a las incesantes protestas en su contra, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, podría renunciar esta misma noche. Así lo dio a entender el secretario general del gobierno de ese país, Hosam Badrawi.
En su lugar, asumiría el poder su actual vicepresidente, Omar Suleimán. “Pienso que el presidente va a responder a las demandas del pueblo porque, en última instancia, lo que le importa es la estabilidad del país. El cargo como tal no tiene importancia para él”, sostuvo Badrawi.
Aunque se ha mantenido hasta ahora en su posición de no abandonar la presidencia egipcia, el creciente malestar social, con disturbios y manifestaciones constantes, podría haber llevado a Mubarak a decidir el alejamiento que los opositores a su régimen le vienen pidiendo desde el pasado 25 de enero.
De todos modos, secretario general del gobierno de Egipto no mencionó explícitamente la renuncia del actual mandatario, aunque sus declaraciones podrían apuntar en ese sentido. Si se concreta la dimisión del presidente Mubarak, será el fin para sus 30 años de mandato en el país africano.