Hasta ahora, Irak era el país que había tardado más tiempo en formar un nuevo gobierno: 249 días. Pero esa marca ya ha sido superada por Bélgica, que vive una crisis institucional sin precedentes, debido a los enfrentamientos entre francófonos y flamencos.
En tono irónico, el embajador de los Estados Unidos en ese país, William Kennard, dijo que “es curioso, mientras en el mundo árabe miles de personas salen a la calle para tumbar gobiernos, en Bélgica salen para exigir ser gobernados”.
Ya han pasado 8 meses desde las elecciones generales y desde entonces no se logra llegar a un acuerdo para formar gobierno en Bélgica. Estudiantes de universidades francófonas y flamencas han decidido ponerle humor a este conflicto entre valones y nacionalistas. Los primeros hablan francés y los segundos neerlandés.
Para lograr el esperado acuerdo y resolver esta crisis, se ha instaurado la denominado “Revolución de las patatas fritas”, tomadas estas como símbolo de unidad. Por su lado, el rey Alberto II siguen intermediando entre unos y otros para salir de este atolladero político que les ha hecho batir un récord inesperado.
Fuente: Público