El reciente escándalo protagonizado por Christina Aguilera vuelve a poner el foco en la vida de excesos de drogas y alcohol de algunas de las ex niñas Disney. Estos abusos las llevan a tener problemas con la policía, a ingresar en centros de rehabilitación e incluso a divorciarse o la perder la tenencia de sus hijos.
La princesa del pop, Britney Spears, atravesó hace algunos años una temporada oscura. Aún se recuerda su intempestiva decisión de raparse la cabeza o la salida de su mansión en una ambulancia. Su padre asumió la tutela de la cantante y el padre de sus hijos, Kevin Federline, se quedó con la custodia de los pequeños. Ella logró encauzar su vida privada y su carrera.
Otra de las niñas Disney que perdió el rumbo en su adultez fue Lindsay Lohan. Dejó su imagen angelical, la que la hizo célebre por su doble rol de unas gemelas que buscan unir a sus padres, a ocupar espacio en la prensa por sus adicciones, su cambio de elección sexual y sus reiterados problemas con la ley. Actualmente, sigue intentando rehabilitarse.
Surgida, como Britney, del Club de Miceky Mouse, Christina Aguilera parecía tener una vida personal, y profesional, algo más tranquila. Pero ha terminado arrestada, con su novio acusado de conducir ebrio. La foto de su ficha policial está lejos de otras imágenes glamorosas.
Los problemas recientes de Demi Lovato, sumado a los casos antes mencionados, ha provocado que algunos medios se pregunten si de verdad existe “la maldición de las princesas Disney.
Fuente: RPP.com.pe
