El señor que ven en la foto, sonríe de contento porque será, si no sucede nada extraño, el próximo presidente del PRD. Él es Jesús Zambrano: perredista, dirigente de Nueva Izquierda, diputado por el PRD, el otro Chucho (del que toma el nombre la corriente dentro del PRD, ¿recuerdan?).
Aunque formalmente, solamente es candidato para dirigir a su partido, Zambrano es el único, dentro de las corrientes del PRD, que cuenta con los votos suficientes para convertirse en su presidente.
El principal obstáculo que enfrentará Jesús Zambrano en la dirigencia del PRD, será la fragmentación del partido, “el matrimonio infernal” como él mismo lo ha llamado. Sobre todo la corriente denominada G8, que le es fiel a Andrés Manuel López Obrador.
El tabasqueño será su más grande dolor de cabeza, ya que no ha ocultado su rivalidad con él en ningún momento; irresponsable, maniqueo, vulgar y mesiánico, son algunas de las palabras con las que se ha referido a López Obrador. Y con alianzas, ni se diga; su presidencia se definirá por ese tema, y todo parece indicar que seguirá siendo motivo de conflictos internos.
A ver si, aún así, puede lograr su cometido de unificar al partido del sol azteca.