Me dijo la semana pasada un Maestro (espero que no se moleste por citarlo): “No es complicado reconocer los problemas que tiene México, pero se necesita cortar raíces, y no hojas, para solucionarlos”.
El próximo sábado 1 de diciembre toma protesta Enrique Peña Nieto como Presidente de México, después de un larguísimo proceso desde el inicio de la campaña, la campaña misma, el día de la elección, el proceso postelectoral, la impugnación, la constancia como presidente electo y la etapa de transición.
Todo concluye después de ocho meses. Una larga y tensa espera para todos los actores políticos, pero mucho más larga ha sido la espera para todos los mexicanos que siguen afectados por la pobreza y la desigualdad, que siguen esperando el día en que no tengan la necesidad de programas sociales y de dádivas económicas para sobrevivir.
Estos programas que sostienen nuestro modelo de desarrollo han sido, a través de la historia, paliativos de supervivencia, sin embargo, la mayoría de los mexicanos esperan otra cosa de sus gobernantes, aunque la estabilidad de nuestra economía sea homenajeada por propios y extraños en el marco de la crisis mundial.
Inicia pues, este sábado, el gobierno que viene, pero que equivocado está, el que piensa que sólo el PRI y Enrique Peña Nieto serán los únicos responsables del futuro de México, tenemos que considerar que es una gran oportunidad para todos los mexicanos el participar activa y positivamente en los cambios, de no esperar a que fracasen para jactarnos de ello, de trabajar día a día en la reconstrucción de nuestra patria, estoy plenamente convencido que ese es el camino correcto, es por eso que cito nuevamente, un fragmento del primer mensaje que dio, en su momento, el recién nombrado presidente electo y que me dejo huella:
“Juntos todos, por encima de nuestras diferencias, hagamos realidad la gran hazaña, la de transformar a México, es momento de ver hacia adelante, de escribir un nuevo capítulo de éxito en la historia nacional”.
Es un gran mensaje, sin duda es lo que se tenía que decir, y también podemos hablarle a los mexicanos de tiempos de reconciliación y de concordia, de acercar nuestras posiciones políticas, de enfrentar juntos, todos los mexicanos, los grandes retos que nosotros mismos demandamos como Sociedad y que México, como país reclama, de que ya no son tiempos electorales, que es tiempo de México, de lograr las Reformas Estructurales urgentes para el país, de mejorar la economía familiar de todos los mexicanos, de lograr la Seguridad Social Universal, de reducir los índices de pobreza y marginación, de aumentar la seguridad y de reducir la violencia.
Suena interesante y agradable, incluso llamativo, pero un gran porcentaje de los mexicanos necesita cosas mas tangibles, concretas, palpables con las cuales evaluar positivamente al nuevo gobierno o lo criticarán, desde mi perspectiva se agotó el tiempo de la demagogia, mucho ruido y pocas nueces han pasado de moda, eso es esencial que lo tome en cuenta el gobierno que viene, la tarea es muy complicada, pero todos lo sabían, habrá pues que hacer todos los movimientos pertinentes para lograr la eficiencia y la eficacia.
Creo y espero, que contarán con el beneficio de la duda, pero deben tomar en cuenta también, la inmediatez.
Datos duros: Hay casi 60 millones de pobres, 31 millones de personas que no tienen acceso a la salud y 8 millones de Ninis al concluir el sexenio de Felipe Calderón.
Lic. Rafael Zaga. @razagave