Zipolite, la playa nudista de México

“Te va a gustar Zipolite”, dice con una sonrisa Daniel Weiner, dueño del hotel Brisa Marina, mientras me da las llaves de mi habitación. “No vas a querer irte dentro de cinco días”.

Unos pocos días después, es fácil darse cuenta de por qué tanta gente alquila habitaciones por todo un mes. Ya sea por su onda informal o por su tranquilidad, Zipolite hace que la gente quiera quedarse más de lo programado.

Se trata de un pueblo con una calle principal y sin cajeros automáticos, uno de tantos pueblitos costeros a lo largo de la costa del Pacífico en el estado sureño de Oaxaca. La faja entre Puerto Escondido y Huatulco es conocida como la Riviera de Oaxaca.

Zipolite ha tenido algunos roces con la fama. Las escenas de playa de la película “Y tu mamá también” se filmaron aquí. Además, es una de las pocas playas nudistas de México, aunque la mayor parte de la gente usa trajes de baño. (Hacia el este, pasando un sector rocoso, se encuentra la Playa del Amor, donde el nudismo es más generalizado).

En Zipolite no hay hoteles grandes. En la playa abundan las palapas, estructuras con forma de sombrilla, con techos de paja y sin paredes. La misma Brisa Marina empezó como una estructura de madera con techo de palmas, que fue destruida por un incendio en el 2001. Weiner la reconstruyó en cemento.

Quienes busquen ir de parranda todas las noches como en Cancún, con margaritas servidas en copas enormes y meseras en bikini que ofrecen tequila, se sentirán decepcionados. Hay vida nocturna aquí, pero nada comparable. La gente va a la playa al atardecer para ver al ocaso. Muchos restaurantes y bares ofrecen música en vivo de noche. En la única calle pavimentada del pueblo se arma una especie de carnaval de noche. Artistas y joyeros venden sus mercancías rodeados de músicos, poetas y bailarines que viven de propinas.

También está Shambhala, un retiro espiritual en un sitio bucólico en la cima de una colina. A los turistas se los invita a ir caminando por un sendero a meditar en la cumbre. Shambhala dice que la “Loma de la Meditación” es un lugar sagrado en el que los visitantes pueden experimentar un estado espiritual superior y se sienten uno con la naturaleza. El centro alquila cabañas rústicas y organiza actividades con artistas y curanderos.

Se dice que el nombre de Zipolite tiene su raíz en algún idioma indígena. Según algunos, quiere decir “lugar de caracoles” o incluso “playa de los muertos”, pues la leyenda dice que los indios zapotecas enterraban allí a sus muertos. La playa tiene un oleaje muy fuerte, pero los sectores más peligrosos están marcados con banderines rojos y hay salvavidas voluntarios.

Si va…

CóMO LLEGAR: Los aeropuertos más cercanos son los de Puerto Escondido, a una hora de auto al oeste, o el de Huatulco, a una hora hacia el sur. Allí puede tomar un taxi o un autobús. La terminal de buses más cercana es la de Pochutla, a 20 minutos de taxi o de shuttle.

DINERO: El cajero automático más próximo es el de Puerto Angel, a 10 minutos de auto. Los bancos más cercanos son los de Pochutla. La mayoría de los hoteles aceptan o cambian dólares y euros.

ALOJAMIENTO: Brisa Marina ofrece habitaciones con balcón y hamacas en la playa y cuartos en el jardín interior. Los precios oscilan entre los 15 y los 50 dólares (200 y 650 pesos mexicanos), dependiendo de la temporada (http://www.brisamarina.org ). También se puede alojar en el retiro espiritual de Shambhala en la cima de un acantilado (http://www.brisamarina.org ).

CENA: Abundan los restaurantes de calidad, pizzerías y tratorías sobre la playa, ya que hay numerosos italianos en el pueblo. Si quiere una cena romántica en la playa, vaya a la Posada México.

Fuente: AP