Debido a que las autoridades consideran que “atentan contra el ciudadano”, en Pekín se prohíbe la publicidad de artículos de lujo. Las grandes marcas, especialmente las francesas, sufrirán el gran impacto de ésta medida restrictiva impuesta en China.
Hay que destacar que éste gigante asiático concentra el 44 por ciento de las ventas de los productos lujosos en el contexto del mercado mundial de elite. Es habitual toparse con tiendas de firmas como Louis Vuitton, Christian Dior o Bulgari, por nombrar sólo algunas de las más famosas.
Desde que los se volcaron a consumir como nunca antes lo habían hecho, gracias al crecimiento imparable de su economía, grupos como el francés LVHM, dueño de Louis Vuitton y Dior o PPR, propietario de Gucci, se lanzaron a abrir numerosas sucursales en China.
El documento que informa de la prohibición publicitaria, afirma que “el consumo de artículos importados por una élite económica impide el desarrollo en armonía de las clases medias, al crear más diferencias entre las clases pobres y las ricas».
La administración por la industria y el comercio de Pekín le ha dado a las marcas hasta el 15 de abril, como plazo máximo, para quitar de sus anuncios cualquier referencia al lujo, o de lo contrario deberán pagar multas de hasta 3.400 euros.
Fuente: El Mundo