La nueva y renovada presentación de la colección de arte contemporáneo del Centro Georges Pompidou busca “reflejar no sólo una mayor diversidad étnica“, sino también “una mayor presencia de mujeres artista“, indicó el comisario.
El Centro Pompidou cambió la presentación de su colección de arte contemporáneo, ofreciendo un mayor espacio a artistas no europeos, como el arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha y la chilena Sandra Vásquez de la Horra, que evoca en su obra las leyendas y cuentos de su país natal.
Storvse indicó que éstos dos criterios – “étnico” y “femenino“- son producto de una de las exposiciones más populares que ha organizado el Pompidou en su historia: “ellesúcentrepompidou“, que “colocó a las mujeres en el centro de la historia del arte moderno y contemporáneo“.
“Hemos buscado abrirnos más a artistas no europeos, adquiriendo obras y dándoles una mayor visibilidad“, explicó a la AFP el comisario Jonas Storsve, durante un recorrido por las salas del Pompidou, donde se exponen unas 600 obras de 200 artistas, creadas entre los años de 1960 hasta hoy.
“Esa exposición también influyó en nuestras recientes adquisiciones, tanto en el campo de las artes plásticas, el diseño y la arquitectura“, señaló Storvse, indicando que ésta es la primera vez que muchas de las geniales obras adquiridas en los últimos años por el museo son mostradas al público.
A la entrada de las salas, que acaban de ser renovadas, cuelga una inmensa y suntuosa “tapicería” fabricada con tapas de botellas, del artista nigeriano El Anatsui.
El visitante se topa más lejos con “Una guirlanda de luz“, (1993), del cubano-estadounidense Félix González Torres, que “busca provocar la sensación transitoria de la luz, y de la vida“.
Fuente: El economista.