México adoptó “audaces medidas” sobre las empresas América Móvil y Televisa, a fin de incrementar la competencia en la telefonía manejada por Carlos Slim Helú y en la televisión por Emilio Azcárraga Jean, destacó The Wall Street Journal.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), órgano regulador que surgió de la reforma aprobada el año pasado por el Congreso de la Unión, dio su primer gran golpe contra los monopolios en México y declaró como agentes económicos preponderantes a las empresas Grupo Televisa y Grupo Carso, controladora de América Móvil.
Ambas compañías son dirigidas por dos de los hombres más ricos de México: Emilio Azcárraga Jean, dueño de Televisa, quien está ubicado en el puesto número 663 de la lista de Forbes con una fortuna de 2 mil 600 millones de dólares, mientras que Carlos Slim Helú, se ubica en el segundo lugar con 72 mil millones de dólares.
Por agente preponderante se entiende a aquellas empresas que controlan más del 50 por ciento de su sector o que por su peso en el mercado imponen sus propias reglas de negocio al resto de competidores.
América Móvil, filial de Grupo Carso, posee a través de Teléfonos de México (Telmex) 84 por ciento de telefonía fija e Internet, mientras que con Telcel controla 70 por ciento de la telefonía celular. Por su parte, Televisa domina más de 70 por ciento del mercado televisivo en el país.
“Los pasos son un intento ambicioso del Presidente Enrique Peña Nieto de aplacar los cuasi monopolios que controlan muchas partes de la economía de México, maniatando al país con altos costos que finalmente socavan la competitividad y el crecimiento económico”, indicó.
El rotativo especializado señaló que el nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) decidió darse un “mano a mano” con dos de los empresarios más poderosos de México y les impuso una serie de reglas para mejorar la competencia.
Por su parte, el diario español El País, calificó las resoluciones del Ifetel como “un duro golpe” para los dos gigantes de las telecomunicaciones. Señala que Televisa se le prohibió ofrecer programas exclusivos “que en el pasado le han generado altos niveles de audiencia”, como torneos de futbol nacional, finales de mundiales o Juegos Olímpicos.
Y casi al mismo tiempo que el organismo regulador publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la licitación de dos nuevas cadenas de televisión en sistema abierto, informó a la empresa propiedad de Emilio Azcárraga Jean que también debía compartir su infraestructura con otros competidores a través de una tarifa pública y negociada, que en caso de no alcanzar consenso será fijada por el mismo organismo regulador.
Y recuperó el caso de América Móvil, “que a través de su empresa de telefonía fija y de Internet Telmex tiene una cuota del 84% de su mercado y con la empresa de telefonía celular Telcel controla el 70% del suyo con más de 70 millones de clientes”, explica el diario. Además, señaló que a pesar de las constantes quejas de sus clientes por las fallas en la red de Telcel, la empresa ha seguido ganando usuarios, pues sólo en 2013 obtuvo casi cinco millones de nuevas líneas.
Los dos gigantes de la comunicación han sido su primer objetivo”, finaliza. El estadounidense The New York Times cita a Irene Levy, presidenta de Observatel y experta en telecomunicaciones, quien dijo que dichos cambios “lucen muy bien”, pues tienen como objetivo “promover la competencia efectiva y evitar los abusos de una compañía tan grande”, en referencia a Televisa.