El Vaticano emitió un comunicado para informar que aceptó la renuncia del obispo alemán que gastó 43 millones de dólares de fondos de la iglesia en su residencia.
El obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst de Limburgo recibió la orden de abandonar su diócesis en octubre mientras se realizaba una investigación y una auditoría sobre los sobrecostos en los que incurrió. En aquel momento ofreció su dimisión.
El Vaticano dijo que había completado la investigación y que el administrador apostólico, monseñor Manfred Grothe, fue nombrado para dirigir la diócesis de forma provisional. Se buscaría otro destino para Tebartz-van Elst.
El papa Francisco pidió en un comunicado a los fieles de la diócesis de Limburgo que aceptaran la decisión “con docilidad” y trabajaran para restaurar lo que denominó un “clima de caridad y reconciliación” .
El papa Francisco instó a los responsables de la Iglesia en todo el mundo a ser más austeros y llevar vidas más sencillas para estar más cerca de los pobres.