1. ¿Cuánta agua hay?
Estimaciones internacionales indican que de los 35 millones de kilómetros cúbicos de agua dulce en el planeta, 70% no está disponible, 10.5 millones se encuentran en cuerpos subterráneos y sólo 135 mil kilómetros en lagos, ríos, suelo, aire, humedales, plantas y animales. La cantidad actual es la misma desde hace millones de años.
2. ¿Cuánta hay en México?
La disponibilidad del recurso potable es baja, con cerca de 4 mil 300 metros cúbicos anuales por habitante, como sucede en más de la mitad de los países del orbe. Hacia 2020, la cifra se reducirá a 3 mil 500 metros cúbicos por persona, según estadísticas oficiales. En las zonas rurales, 68% de la población cuenta con agua bebible, en las urbanas la cobertura rebasa 94%.
3. ¿Por qué está riesgo?
Las investigaciones científicas prevén que para mediados de este siglo las elevadas temperaturas y la disminución de la humedad del suelo propiciarán que la vegetación semiárida se sustituya por vegetación árida, en un franco proceso de desertificación. También es previsible que se presente una menor producción de alimentos de origen agropecuario por el acortamiento del ciclo agrícola, debido al Cambio Climático.
4. Seguridad hídrica
Mientras en 1950 la disponibilidad media de agua era de 11,000 m3 por persona al año, para el 2005 era de 4,573, para el 2010 de 4,090 y se ha calculado que, para el 2025 apenas se dispondrá de 3,828 m3 de agua por persona por año, quedando en la clasificación de disponibilidad baja.
Si bien en el 2005 México utilizaba sólo el 16% del volumen disponible de agua (considerado como un grado de presión moderado), en los estados del norte del país el grado de presión es superior al 40%, clasificándose como de presión fuerte. Un factor fundamental es que 105 de los 653 acuíferos estén sobreexplotados, por extraerse una mayor cantidad de agua de la que las lluvias logran recargar.
5. ¿Cuál es la huella hídrica?
Se define como el volumen total de agua que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por sus habitantes, así:
Para producir una taza de café se requieren 140 litros de agua
1 kg de maíz se requieren 900 litros de agua
1 kg de trigo, 1,350 litros
1 litro de leche 1,000 litros
1 kg de carne de res se requieren 16,000 litros
6. Dependencia energética
Según la Agencia Internacional de Energía, por ejemplo, un aumento nominal del 5% del transporte por carretera en el mundo para el año 2030 podría aumentar la demanda de agua hasta en 20% de los recursos utilizados en la agricultura, debido a la utilización de los biocombustibles. El 8% de la energía generada en el planeta se utiliza para bombear, tratar y transportar el agua para el consumo de las personas; y el agua también se utiliza para la generación de energía geotérmica, que es una alternativa para la energía en los países con escasez de agua.
7. ¿Qué hay para el futuro?
La demanda de agua podría superar en 44% los recursos disponibles anuales en 2050 y la demanda de energía podría aumentar en un 50% de aquí a esa fecha. El mundo se enfrenta por tanto a un gran reto, pues sin energía no hay agua y sin agua no hay energía.
8. Desperdicio
Pavimentar sin control y permitir asentamientos irregulares en el área de humedales de Xochimilco es un agrosistema que presta servicios a la metrópoli, como filtración del aire y agua, conservación de la biodiversidad y regulación climática, entre otros, dijo Alonso Aguilar Ibarra del Instituto de Investigaciones Económicas. En la ciudad debemos considerar a las áreas verdes no como terrenos potenciales para construir casas, canchas, centros comerciales o estacionamientos, sino ecosistemas urbanos.
9. Regulación
Las políticas energéticas deben tener en cuenta que el agua es necesaria para producir hidroelectricidad y para la refrigeración en todos los procesos de generación de energía, o políticas del agua que no consideren cuánto necesitan de energía para bombear el agua, purificarla, transportarla, presurizarla y depurarla
10. Acciones
La responsabilidad es de todos: Gobierno de la República, gobiernos locales y ciudadanos. Desde cerrar adecuadamente las llaves del agua, hasta proponer el manejo de nuevas energías hídricas, apoyarlas y ofrecer resultados en el corto plazo.
Fuente: Quo.mx