Cielo “aborregado”, halos solares o escuchar ladrar a los perros ¿predicen temblores?
Desde pequeños hemos escuchado algunosmitos sobre los sismos, pero ¿qué de esto es cierto?
El doctor Víctor Espíndola del Servicio Sismológico Nacional explicó los mitos más comunes y sus realidades:
Si tiembla mucho y seguido no habrán temblores de mayor magnitud
A pesar de que en los temblores de pequeña magnitud existe una liberación de energía, esto es falso, ya que esta liberación es mínima en comparación con la que se libera en un gran temblor y no evita la posibilidad de que ocurra un sismo de mayor intensidad.
La ocurrencia de un sismos no puede evitar un sismo mayor en otro lugar.
Los temblores son oscilatorios o trepidatorios
El Servicio Sismológico Nacional señaló que en los temblores las ondas sísmicas se propagan por todas partes, provocando tanto movimientos horizontales como verticales; es decir que en todos los sismos hay movimientos oscilatorios y trepidatorios. Es falso creer que un temblor posea sólo una de estas características.
Los animales pueden predecir los temblores
“Los animales no lo predicen y ni les interesa, quizá sus sentidos o algún tipo de sonidos es lo que llame su atención”. Está estudiado que los animales son sensibles a los sonidos que se emiten durante un sismo, pero esto no significa que ellos prevengan o pronostiquen el movimiento.
Son más frecuentes por las noches
“Algunas personas creen que los sismos se pueden presentar con más frecuencia por las noches debido a la presencia de la Luna, sin embargo esto nada tiene que ver, ya que no hay preferencia en la ocurrencia de los sismos”.
Cielo “aborregado” y halos solares predicen sismos
“Lo único que nos dicen es que habrá un bonito día”. Los efectos atmosféricos no están asociados. La gente los asocia por el evento más próximo aun sismo, por ejemplo, “si vemos un halo y tiembla en China creemos que es por eso”.
Si ocurre un temblor fuerte no ocurrirá otro por unos día
Esto es falso. El doctor señaló que si ocurrió un temblor de gran magnitud puede que una hora después se presente uno igual o mayor en el mismo lugar o en una zona cercana.
“Si ocurren en zonas lejanas es debido a un efecto de la dinámica de las placas, pero si ocurre en una zona cercana puede ser efecto de otro sismo, como en el caso del temblor de 1985, donde al día siguiente ocurrió un temblor de una magnitud más pequeña en un lugar pegadito debido, quizá, a que los esfuerzos en esta región adjunta aumentaron repentinamente”.
Fuente: El Universal