Monte Alejandro Rubido, comisionado Nacional de Seguridad, informó que la división de Gendarmería Nacional asumió la seguridad del municipio de Iguala, Guerrero.
Elementos de la Policía Federal vigilarán accesos y salidas de la localidad, luego del hallazgo de fosas donde se encontraron 28 cadáveres calcinados y que podrían corresponder a los cuerpos de los estudiantes normalistas desaparecidos.
Se informó que los agentes municipales que aún estaban en activo fueron desarmados y trasladados para su evaluación a un centro de adiestramiento de la Sedena ubicado en Tlaxcala.
Las armas están bajo resguardo en instalaciones militares, y anunció que se realizarán estudios de balística por parte de la PGR para precisar si armas oficiales han sido usadas en la comisión de actos delictivos.
Añadió que policías federales y Gendarmería reforzarán las acciones de búsqueda de los normalistas desaparecidos y señaló que se actuará con apego a los derechos humanos.