La “primavera árabe” en Oriente Medio y Norte de África ha afectado igualmente a Israel. El domingo, dicho país registró incidentes con los palestinos que conmemoraban la “Nakba” (catástrofe), como denominan el éxodo consecutivo a la fundación del estado hebreo.
Los manifestantes infiltrados provenían de Siria, por lo cual el lunes se reforzaron las líneas de defensa en la frontera con Siria y Líbano.
Se ha revelado que las fuerzas israelíes mataron al menos a 12 personas en las fronteras con el Líbano y Siria: 10 del lado libanés y al menos otras dos en Majdal Chams, en la meseta del Golan.
La conmemoración de la “Nakba” (catástrofe), la creación del Estado de Israel, para cientos de miles de palestinos significó la violenta expulsión de sus hogares y de sus tierras.
También se reportaron al menos 300 manifestantes heridos en la frontera de Líbano.
El ministro de Relaciones Exteriores Moshé Yaalon afirmó a la radio que Israel debía “hacer comprender a todos los que tratan de entrar por la fuerza en nuestro país, que estén armados o no, que Israel es un país soberano”.
Más adelante, el jefe del estado mayor israelí, general Benny Gantz, citado por la radio pública, admitió que el balance de la intervención del ejército israelí en Majdal Chamas “no es bueno”. Y luego declaró que “los sirios están en la valla”.
“La revolución árabe golpea a las puertas de Israel, advirtió el editorialista Aluf Benn, en el Haaretz.
Ante la presidencia del Consejo de seguridad y el secretario general de la ONU, Israel presentó una querella contra Siria y Líbano.
Fuente: AFP
