En cuatro años, el envejecimiento del presidente ha sido notorio. Basta comparar las fotografías de cuando estaba en campaña en 2006, con las fotografías más recientes.
En lo que va de su sexenio, Calderón ha tenido que lidiar con varias cosas que lo tienen un poco estresado, empezando por la controvertida elección en la que resultó ganador, y su caótica toma de posesión el 1º de diciembre de 2006.
La epidemia de la Influenza AH1N1 en 2009 fue otro de los asuntos que mantuvieron al Presidente sin dormir; y ni qué decir de la crisis económica a finales de ese mismo año. Además, desde el principio encabezó una muy criticada lucha armada contra el crimen organizado, que parece que no va a dejar de darle problemas en los años que le quedan de presidencia.
Esto parece ser mal común de despachar en Palacio Nacional; basta ver las fotos de su antecesor, Vicente Fox, para comprobar que ser presidente no es nada bueno para aquello del aspecto físico.
Aquí con Santiago Creel – otro que ha resentido el paso del tiempo – en su campaña presidencial de 2000.
Y en esta foto, se aprecia a Fox al terminar su sexenio en 2006. Mucha diferencia, ¿no?
A Felipe Calderón le quedan todavía dos años de gobierno, y no parece que vayan a ser dos años tranquilos. ¿Habrá que recurrir a la magia de Photoshop de aquí a 2012? Parece que sí. El desgaste físico es uno de los grandes costos que deben de pagar los que quieren ser presidentes. Ojalá que Santiago Creel esté consciente de esto antes de lanzarse a la grande por el PAN.