Hoy será inaugurada la feria PINTA de arte moderno y contemporáneo en Londres, en la que más de 120 artistas latinoamericanos expondrán su obra. A pesar de ser originaria de Nueva York, PINTA se realiza desde el año pasado también en Londres, espacio para que el público europeo satisfaga una de las más interesantes demandas artísticas del presente: el arte latinoamericano.
Alejandro Zaia, presidente de PINTA, argumentó que el arte de nuestro continente encuentra aquí un escenario que lo lleva a penetrar zonas difíciles.
Dada la gran cantidad de coleccionistas, teóricos y críticos que hay en Inglaterra, es importante que PINTA haya sido trasladada a Londres, pues el arte de Latinoamérica encuentra así un nuevo espacio de diálogo que penetrará no sólo la crítica, sino también la academia y el gusto de los británicos. Ante las especulaciones de que este festival es una respuesta competitiva a la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en Madrid (ARCO), Carlos Urroz, director de ésta, declaró que PINTA no es una amenaza, ya que está muy focalizada en puntos específicos.
“Tanto movimiento en los eventos artísticos demuestra que las ferias son el lugar de cita de los coleccionistas. El reto es que cada cual encuentre su terreno”, dijo Urroz.
PINTA expone una gama amplia de trabajos artísticos: video, fotografía, instalación, escultura y pintura. Los protagonistas del evento, para los críticos, coleccionistas y académicos, serán cuatro artistas ya reconocidos en el medio: Felipe Ehrenberg, de México; Eduardo Costa de Argentina; y Waltercio Caldas y Regina Silveira de Brasil. El común denominador entre ellos es que abundan en la experimentación del arte conceptual, muy demandado actualmente.
Lo más importante es una revalorización del arte latinoamericano. En este sentido, la herencia cultural de los creadores va más allá de clásicos como Diego Rivera, según Zaia. Valdría la pena preguntarse cuál es el papel de un artista mexicano en un evento de este tipo y qué es lo que se está proyectando, en este sentido, en el extranjero.
Fuente: El País
Foto: Sprucestarstudio