Por fin llegó el día en que Ronaldo tocó por última vez el césped como seleccionado de Brasil. Ayer, a las 7:45, hora de México, comenzó el encuentro que decía adiós al “Fenómeno” de las canchas de futbol.
El rival fue Rumania, y el lugar, el estadio Pacaembú de Brasil. Pese a que los rumanos querían jugar un partido serio, el ambiente de fiesta era muy superior. El encuentro inició sin Ronaldo en la cancha, quien prefirió salir al campo unos minutos antes de ingresar al terreno de juego. Las cámaras lo siguieron desde el vestidor hasta su entrada al estadio, que lo recibió con ovaciones. A partir de que ingresó al minuto 30 hasta el final del primer tiempo, todo el equipo de Brasil jugó para él. Todas las pelotas cercanas al área del rival iban dirigidas hacia él. Tuvo tres oportunidades claras de gol. Una la voló muy lejos de la portería, sin embargo, las otras dos fueron tiros buenos, pero el arquero de Rumania, quien parece no haber estudiado historia para saber que estaba frente a uno de los más grandes del futbol, no permitió que Ronaldo anotara en su partido de despedida.
Al final del encuentro, los jugadores de ambos equipos le hicieron el famoso “pasillo” de salida para después retirarse al vestidor. Ronaldo se quedó en el campo de juego para recibir el homenaje esperado. En el centro del campo se colocaron 15 carteles que representaban el número de goles que anotó en copas mundiales.
“Gracias por lo que han hecho por mí durante mi carrera. Gracias por haberme aceptado de la forma en que soy, por haber llorado cuando lloré y por haber sonreído cuando sonreí.”, dijo a los aficionados que se dieron cita en el estadio.
El delantero se marchó hacia el vestidor escuchando la potencia con la que los aficionados repetían su nombre. El partido entre ambas selecciones fue lo de menos. Brasil, como partido de preparación para la Copa América, ganó 1-0 con gol de Fred, quien le dejó su lugar a Ronaldo, no sin antes hacer varias reverencias antes de salir del terreno de juego.
Fuente: Excelsior