Harriet Ryan
LA Times
Cuando recibió su diploma en 1997, la terapista sexual Alexandra Katehakis, tenía solo unos pocos colegas. Hoy, ha expandido su negocio en gran parte gracias a las celebridades. “Mi profesión no existiría sin ellas“, dice. Gracias a casos como el de Tiger Woods, mucha gente se ha dado cuenta que ellos o sus parejas tienen este problema.
Aunque en la industria existe el consenso de que el número de adictos es “exponencial”, no hay manera de comprobarlo, ya que no se encuentra en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría. Así que el diagnóstico se hace bajo el criterio de cada terapeuta.
Incluso hay algunos psiquiatras que no están seguros que el sexo pueda ser una adicción real, como al alcohol o las drogas. Aún no hay suficientes datos que permitan comprobar si se desarrolla una tolerancia al sexo, y si se sufre síndrome de abstinencia, como en el abuso de sustancias.
“Eso no quiere decir que no vaya a suceder en la próxima década… evidencia empírica de abstinencia y tolerancia, pero aún no está pasando”, opina un experto.
Tú, ¿conoces a alguien que se diga adicto al sexo? ¿Cómo es?