David el padre su esposa y tres hijos, decidieron vivir con el horario marciano.
David Oh el director de vuelo de la más reciente misión espacial a Marte, protagonizada por el robot explorador Curiosity.
Los días en el planeta rojo, a los que se llama “sols”, duran 40 minutos más que en la tierra.
Puede no parecer mucho, pero si cada día tuviéramos que ir a la cama 40 minutos más tarde, toma un cálculo simple confirmar que el llamado reloj biológico quedaría de cabeza al cabo de una semana.
Exactamente lo que hicieron la esposa de Oh, Bryn, y sus tres hijos de 13, 10 y 8 años respectivamente, en un acto de solidaridad familiar francamente conmovedor.
“Ha sido grandioso tener a la familia junta en hora marciana. No hay nada como volver a casa después de un largo día de trabajo, a las cuatro de la mañana, abrir la puerta y encontrarte con tus hijos que te gritan ‘¡papi!’, y luego sentarse a cenar”, dice Oh en un blog en el que le da seguimiento a esta aventura de un mes de duración.
La experiencia está tocando a su fin. Los niños han regresado este martes a la escuela, en horario terrícola, y la familia está retomando el sentido del tiempo estándar, de huso horario en huso horario. El ingeniero Oh espera que para el sábado todo mundo haya “aterrizado” en Los Ángeles de nuevo.
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