La pequeña localidad de Vaughn, en Nuevo México, tiene 500 habitantes y un solo encargado de su seguridad. Se trata de un perro policía que responde al nombre de Nikka, especializado en utilizar su olfato para detectar drogas.
Debido a escándalos de corrupción entre quienes deberían impartir la justicia en esa localidad, Nikka se quedó asignado como el único guardia oficial.
Ernesto Armijo, jefe de policía de la localidad, renunció dejando cuentas pendientes.
Por lo pronto, mientras se elige un nuevo jefe de policía en Vaughn, el perro será el encargado, junto con alguaciles provistos por el condado, de guardar el orden en esa localidad de Nuevo México.
Fuente: Miami Herald