Domingo al medio día, sientes los excesos de una noche, la resaca te cae como bomba, el ruido te molesta, tu cabeza está a punto de reventar y el estómago hace más ruido que los juegos pirotécnicos, quieres seguir durmiendo pero no puedes.
A continuación, 8 tips para levantar la copa toda la noche y sobrevivir al día siguiente:
1. Mucha agua
Antes, durante, y después de la pachanga. El agua diluye el alcohol en la sangre. El alcohol deshidrata, y es la deshidratación la que genera la mayor parte de esos desagradables efectos colaterales. Se recomienda dejar una botella grande al lado de la cama y despacharse a discreción.
2. La película estomacal
Más vale echarse un taco antes de acercarte a la barra. Los hidratos de carbono funcionan muy bien, porque ayudan a absorber el alcohol. También caminan las grasas y aceites: la fórmula del éxito es la pizza.
Si el brindis se te viene encima y eres valiente, cuna cucharada de aceite de oliva. La idea es que forme una película estómago-protectora.
3. Tiempo al tiempo
Date un vuelta afuera, come algo, toma más agua, deambula. Cuantas más horas pasen entre el último trago y tu salida del antro o fiesta, mejor vas a estar la próxima vez que abras los ojos.
4. Entre más dulzura mejor
Mientras esperas que pase el tiempo, localiza la próxima fuente de glucosa y atáscate. Nada como un pastel de chocolate, pero en caso de emergencia, puedes vaciarte un sobrecito de azúcar en la lengua. El alcohol produce pérdida de glucosa y hay que recuperarla como sea
5. Un limón
Todos hablan del limón: solo, con coca cola, con agua y sal. Lo mejor con un té de limón. Corta uno en rodajas y ponlo a hervir diez minutos en una ollita con dos tazas de agua. Si por casualidad tienes un limonero a mano, incluye también un par de hojitas.
6. La variante energética
La vitamina B también ha sido damnificada durante la noche. Un licuado de plátano con leche y frutas secas, al mejor estilo fisicoculturista, puede ayudar.
8. Hidroterapia
Un baño caliente ayuda a sudar y eliminar las toxinas. Termínala con un golpe de agua fría, que estimula la circulación.
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