La voz, al igual que tu cuerpo, se cansa. Los primeros síntomas de agotamiento son la sequedad y la disfonía, que puede acabar en una afonía.
Hablar mucho, gritar y toser a menudo son malos hábitos que hacen que se resientan las cuerdas vocales. Lo mismo pasa con el consumo de tabaco, alcohol y cafeína.
Un hombre puede vestirse, peinarse y moverse como una mujer sin levantar sospecha, pero su voz le delatará en seguida con solo abrir la boca. La voz es similar a las huellas dactilares, única¡
Para evitar sobresaltos, los especialistas recomiendan:
1. Dormir ocho horas
2. Beber agua
3. Evitar las temperaturas extremas
4. Respirar lenta y profundamente
5. Si tienes que hablar en público, lo mejor es evitar comidas copiosas, para esquivar cualquier problema gastrointestinal
6. Los alimentos que pueden perjudicar a la voz son los animales de caza, salsas, cremas, quesos fermentados, sopas de pescado, foie gras, chocolate y bebidas gaseosas
7. Después de comer hay que lavarse los dientes a conciencia
8. Bostezar para relajar la garganta y beber un poco de agua