La NASA lanzará un vehículo robótico en el año 2020 que llegará a Marte con la misión de conocer si el planeta tiene las condiciones necesarias para montar una estación permanente.
Después de la etapa Follow the Water, que consistía en saber si había agua en el planeta rojo, esta nueva misión será la primera en analizar la habitabilidad. Ahora se enfocarán para lograr que dentro de 15 años una persona pise suelo marciano.
“El objetivo es tener oxígeno para futuros astronautas. La intención es llevarlos para 2030 a este planeta”, dijo Miguel San Martín, ingeniero jefe de la sección de orientación y control en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA.
El robot que lanzarán tiene un dispositivo especial que tomará el dióxido de carbono de la atmósfera y extraerá oxígeno. Es el único instrumento que no tiene que ver con la misión científica, sino que se concentra en el futuro de exploración.
“En la superficie tenemos Opportunity y Curiosity, que es parte de Follow the Water (“Sigan al Agua“), y es el comienzo para estudiar la habitabilidad del planeta”, dijo San Martín.
En las misiones que hicieron hasta ahora, las muestras que se tomaban se molían en mil pedazos y así los geólogos estudiaban la minerología. El nuevo objetivo consiste en lograr estudiar los compuestos elementales en la roca en sí misma, sin romperla. Y un próximo paso, que aún no tiene fecha de concreción, consiste en traer ese material a la Tierra para analizarlo en los laboratorios de la NASA.
“Lo que va a hacer esta misión, es coleccionar estas muestras y ponerlas en un contenedor, para que después otra nave espacial, en el futuro, no aprobada todavía, pero con suerte en la misma década, las traiga de vuelta a la Tierra para que sí, acá en Tierra, con los laboratorios que tenemos, poder hacer estudios más detallados”, explicó San Martín.
Tres misiones
Para lograr la meta del 2030 se requiere de tres misiones. La primera, que va a buscar las muestras; la segunda, que, con un vehículo robótico, va en busca de esas muestras y las pone en un cohete que trae detrás. Luego, el cohete despega, lo pone en órbita a Marte y después debe llegar la tercera misión para tomar esas muestras y traerlas a la Tierra.
La suma de las misiones hace que la meta tenga un costo elevado, por lo que empresas privadas deberán aportar para alcanzarla.