Según la tradición teológica católica, la bendición “Urbi et Orbi” otorga la remisión por las penas de pecados ya perdonados. Este hecho es único en la hisotira de la Iglesia Católica y es un acto que ningún otro obispo puede realizar.
Generalmente el Papa solo imparte la bendición en tres ocasiones: al ser elegido sucesor de Pedro, en Navidad y Pascua.
Este viernes será histórico, nunca antes se ha dado una bendición “Urbi et Orbi” de un Papa en la soledad de la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Los fieles deben cubrir estas condiciones para recibir la indulgencia plenaria:
-Disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial
-Confesar los pecados
-Recibir la sagrada Eucaristía y
-Rezar según las intenciones del Romano Pontífice.